Parque Nacional del Teide

El Parque Nacional del Teide, ubicado en la isla de Tenerife, fue declarado Parque Nacional en 1954 y Patrimonio Mundial de la UNESCO en 2007. Caracterizado por un paisaje volcánico único, el parque alberga el imponente pico del Teide, la montaña más alta de España, a 3,718 metros sobre el nivel del mar.

Su cráter, campos de lava y formaciones rocosas crean un entorno lunar fascinante. A pesar de su apariencia árida, el parque es hogar de una sorprendente variedad de flora y fauna adaptadas.

Parque Nacional de La Caldera de Taburiente

El Parque Nacional de la Caldera de Taburiente, ubicado en la isla de La Palma, es un tesoro natural con un enfoque destacado en la biodiversidad, especialmente en su flora única. Este parque, declarado Reserva de la Biosfera en 1983 y Parque Nacional en 1954, presenta una caldera impresionante, una depresión geológica rodeada de acantilados majestuosos.

En el corazón de la caldera, bosques frondosos y ríos serpenteantes crean un paisaje único. La rica biodiversidad de flora endémica, adaptada a las condiciones particulares del parque, convierte a este lugar en un paraíso botánico.

Parque Nacional de Garajonay

El Parque Nacional de Garajonay, ubicado en la isla de La Gomera, es un tesoro botánico que ha sido designado como Parque Nacional en 1981 y Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1986.

Su característico bosque de laurisilva resguarda especies notables de flora, entre las que se destacan el laurel (Laurus novocanariensis), el brezo (Erica arborea), y la faya (Myrica faya).

Parque Nacional de Timanfaya

El Parque Nacional de Timanfaya, ubicado en la isla de Lanzarote, es un paisaje lunar que ha sido declarado Parque Nacional en 1974. Este parque, conocido por su espectacularidad geológica, presenta un terreno volcánico con extensos campos de lava y cráteres imponentes.

La flora en Timanfaya es escasa pero resistente, con adaptaciones únicas a las condiciones extremas del suelo volcánico, destacando especies como el líquen y algunas plantas halófitas. Aunque la biodiversidad vegetal es limitada en comparación con otros parques, la singularidad del paisaje lunar y la adaptación de ciertas plantas a la adversidad volcánica hacen de Timanfaya un lugar único.